Muchos se preguntan las razones por las que UPyD obtuvo tan solo 23.410 votos en Galicia, lo que supone un 1,45% del total de votos emitidos y evidentemente no le permitió alcanzar el 5 % necesario para lograr un acta de diputado. En el País Vasco UPyD obtiene 22.002 votos, un 2,14%, con un escaño, conseguido en Álava, donde obtiene un 3,97% de los votos, al ser el umbral del 3 % por cada territorio foral.
Pues resulta que poco antes de celebrarse las elecciones, 35 militantes de Galicia remitieron a la dirección del partido una carta en la que planteaban sus reivindicaciones...
La carta decía así
Estimados Sres. del Consejo Político Nacional de UPYD:
Atención de Dª Rosa Diéz.
En primer lugar y ante todo queremos expresar nuestra profunda satisfacción al poder formar parte activa de este gran proyecto de Regeneración Democrática, tan imprescindible para el futuro de una España unida y solidaria, como para cualquier ciudadano a título individual por lo que supone UPYD de avance en los derechos civiles, en las libertades individuales y en las contingencias de la convivencia en sociedad.
No obstante, si deseamos que este proyecto adquiera la dimensión cualitativa y cuantitativa de impulso de las susodichas libertades y derechos democráticos que defendemos para el conjunto de la Sociedad Civil, tenemos que empezar dando un ejemplo de transparencia democratizadora en el seno de nuestro entramado constituyente.
UPYD nació del movimiento ciudadano “Basta Ya” y luego de la “Plataforma PRO” y en muy pocos meses tuvo que constituir a nivel nacional y posteriormente en todas las CC.AA una serie de Órganos Gestores de urgencia debido a las perentorias necesidades electorales.
En la Comunidad Autonómica de Galicia, UPYD formó un órgano director embrionario que tuvo como primer Coordinador a D. Antonio Cascón. Por su parte en nuestras cuatro circunscripciones también se crearon otros tantos Comités Provinciales de urgencia.
No obstante, tras las Elecciones Generales del 9 de Marzo, los destinos de dichos Comités Provinciales de UPYD fueron bien divergentes: mientras que en Orense y Lugo los Comités se disolvieron, en Pontevedra y Coruña se mantuvieron impertérritos, merced a la inacción de los responsables provinciales.
Así observamos que en las Provincias interiores (Orense y Lugo), tras un proceso de reestructuración, se organizaron Asambleas Constitutivas con todos sus respectivos afiliados para elegir democráticamente los nuevos Órganos Rectores Provinciales y los representantes de esas Provincias en la Coordinadora de Galicia. Esto supuso un aire de frescura y transparencia democrática que creemos tiene muchos entroncamientos con la filosofía de un movimiento político ciudadano como Unión Progreso Y Democracia.
En el caso de Pontevedra y Coruña, a los que nos circunscribimos, los responsables provinciales eligieron a sus colaboradores, si nos permiten la expresión, a dedo; y así tras una convulsa e inoperante etapa, el responsable de Pontevedra acabó presentando su dimisión, que creemos tenía que haber afectado a todo el Comité, mientras que el de la Coruña ignoró cualquier sugerencia de refrendo y mantuvo su cargo sin la mínima coherencia democrática.
Ante tal flagrante cambio en el statu quo que supone la dimisión del máximo representante del Órgano Gestor Provincial, no se produce ni acción ni reacción. Los restantes miembros de las Ejecutivas de Pontevedra y Coruña de UPYD, lejos de convocar a los afiliados y reestructurar bajo los auspicios del sufragismo democrático unos Órganos Provinciales Legítimos, se parapetan en sus puestos, se autonombran miembros de las Coordinadoras Provinciales y a su vez representantes por las Provincias de Pontevedra y Coruña en la Coordinadora de Galicia. Este hecho consumado se nos comunica, en el caso de Pontevedra en un escueto e-mail, sin ni siquiera tener la delicadeza, y permítannos, la astucia política, de pedir que se les ratifique a posteriori. En el caso de Coruña, son los propios nombrados los que se lo comunican mediante un email.directo al resto de los militantes, igualmente sin ningún tipo de solicitud de ratificación.
A continuación estos supuestos Representantes llegan a una primera reunión de la Coordinadora de Galicia a fin de reestructurarla tras la dimisión de D. Antonio Cascón y se abstienen en el nombramiento de D. Ildefonso Cejudo, legítimo representante por la Provincia de Orense, el cual es el único que da un paso adelante y se postula, siendo nombrado oficialmente Coordinador. Ese nombramiento del Sr. Cejudo, tan vital para el futuro de UPYD Galicia, a los afiliados de base de Pontevedra y Coruña no se nos notifica.
Ante la confusa situación generada en las provincias de Pontevedra y Coruña, dos militantes de probada seriedad de ésta última y con la aquiescencia del antiguo coordinador de Galicia D.Antonio Cascón, se ofrecen a acompañar a D. Ildefonso Cejudo a las jornadas sobre territorialidad celebradas en LLanes, para corroborar ante la Dirección Nacional del Partido el apoyo y la legitimidad de su nombramiento. El propio Sr Cascón manifestó claramente a los militantes citados su apoyo expreso al nombramiento de su sucesor al frente de la Coordinadora, D. Ildefonso Cejudo.
En reunión privada para oficializar lo citado, los Sres Gorriaran, Fabo y Pimentel manifiestan taxativamente que D. Ildefonso Cejudo, independientemente de los votos obtenidos, cuenta con su absoluta confianza y a preguntas de los testigos manifiestan que lo reconocen como coordinador regional del partido en Galicia. En frase textual y muy significativa del Sr Gorriaran, éste manifiesta “ no queremos saber quien empezó la pelea en el Saloon, usted es nuestro coordinador en Galicia y desde mañana debe ejercer y ponerse a trabajar como tal.”
No obstante, y en sucesivas reuniones, los miembros no electos democráticamente de las coordinadoras de Pontevedra y Coruña, se dedican a destruir varios proyectos organizativos y democratizadores presentados por el nuevo Coordinador, atacándolo personalmente, intentando dejarlo en evidencia delante de algunos representantes del Consejo Político Nacional y, dentro de un ambiente hostil, presentan un panorama desolador sin ofrecer alternativa alguna, hasta que finalmente D. Ildefonso Cejudo, superado por una especie de linchamiento público (según atestigua D. Antonio Cascón y pudo comprobar el Sr. Fabo) y en un alarde ético, se ve obligado a desistir. De todo esto tampoco se nos ha presentado la más mínima constancia escrita.
Respecto a la creación de órganos, herramientas, mecanismos, iniciativas, etc… que supongan la implicación del resto de los afiliados de las provincias citadas, reseñar que las actuaciones de dichos Comités Provinciales son exiguas, deficientes, dirigistas, dictatoriales, y cerradas a cualquier acción de dialogo y menos de consenso.
Las suyas son decisiones deficitarias de calidad debido a que se han tomado dentro del seno de un permanente círculo viciado de cinco personas en ambos casos que de manera torticera por parte de algunos de ellos, pretenden utilizar al resto de los afiliados como peldaños en su escalada dentro del Organigrama Constitutivo de UPYD en Galicia y a nivel Nacional.
Los aquí firmantes no dudamos de las convicciones ni de las capacidades de algunos de los miembros cuestionados pero si nos manifestamos contrarios a sus aptitudes y desde luego rechazamos su metodología a la hora de crear partido. Asimismo no descartamos que alguna de las personas que forman parte de estos Comités lo hagan con su mejor intención, pero el simple hecho de mantenerse en ellos, sin someterse a ningún tipo de ratificación, los invalida claramente.
Estas personas que componen esta Ejecutivas Provinciales parten de la base de que su legitimidad nace del Hecho y no de Iure ni de Derecho.
Bien sabemos que hay tres maneras de adquirir la Legitimidad:
- 1) La Tradición, que se basa en la moral agonal y en la costumbre. Este es el caso de las Monarquías o los Jefes Tribales.
- 2) La Fuerza, que supone la utilización de métodos violentos o coercitivos y que como bien sabido es utilizada principalmente por las dictaduras militares y populistas.
- 3) La Democracia a través del sufragio universal en cualquiera de sus vertientes. Es el sufragismo democrático el que otorga el Derecho a cualquier decisión o composición organizativa.
Todo lo demás son subterfugios o situaciones transitorias que deben tratar de corregirse para la correcta vertebración de los valores que nos impulsan. No nos cabe la menor duda de que UPYD responde a esta tercera premisa a la hora de generar legitimidad.
Es por ello que solicitamos la inmediata toma de postura respecto a la propuesta siguiente
1.-La disolución de los Comités Provinciales de La Coruña y Pontevedra por defectos de forma en sus nombramientos y pérdida de confianza generalizada.
2.-La restitución en su puesto de coordinador General para Galicia de D. Ildefonso Cejudo, que fue elegido en su día democráticamente para dicho puesto y obligado a desistir por los miembros de los Comités señalados, y que en el plazo máximo de 2 meses, previas reuniones provinciales deliberatorias con los afiliados, definirá un equipo de gestión de UPYD hasta el Congreso del año 2009.
Creemos que este es el sistema idóneo y legítimo para presentar un equipo cohesionado de Dirección Territorial de Galicia.
Queremos significar, como remate de nuestra propuesta, que D.Ildefonso Cejudo reune las condiciones de liderazgo imprescindibles para atravesar etapas transitorias en la constitución de un partido profundamente democrático y que es intención demostrada del Sr Cejudo, promover los siguientes pasos:
1- Creación de metodología y objetivos para lograr los siguientes resultados:
a- Activación de un sistema de captación de nuevos afiliados.
b- Organización de Gabinetes técnicos que elaboren ponencias a efectos del Programa Electoral y que activen las sinergias de este Partido..
c- Estrategias de divulgación del programa y filosofia de UPYD en los Medios de Comunicación
d- Creación de herramientas de búsqueda de financiación alternativa para el Partido.
.
En resumen, una batería de acciones que nos lleven a salir del ostracismo público en el que nos encontramos en Galicia.
Queremos resaltar que este escrito esta impulsado aproximadamente por un 75 % de los militantes activos de nuestra territorial; el resto de los militantes o forman parte de los cuadros de las Direcciones Territoriales de Pontevedra y Coruña, que no reconocemos, o han pasado a actitud pasiva ante la triste perspectiva que en la actualidad presenta UPYD en Galicia.. Creemos sinceramente que tenemos la capacidad y el quórum para sustituir o refrendar a los primeros y activar e ilusionar a los segundos, para conseguir que en el Parlamento Gallego UPYD tenga su propia voz
Los abajo Firmantes (por orden alfabético).
35 FIRMAS AL PIE QUE APOYAN ESTE ESCRITO
P.D Ante la proximidad de las elecciones autonómicas de Galicia rogamos contestación a fin de tomar la oportuna posición, en el plazo de 3 días
LA RESPUESTA DE LA DIRECCIÓN NO SE HIZO ESPERAR
Estimados compañeros gallegos de Unión Progreso y Democracia:
Ha llegado a nuestro conocimiento una carta redactada al parecer por algunos miembros de UPyD en Galicia que se está enviando a los afiliados de esta comunidad con el ánimo de recoger firmas de apoyo y remitirla a los órganos de dirección del partido. En dicha carta se realizan varias consideraciones muy subjetivas sobre la reciente historia del partido y su sistema de funcionamiento, se expone una teoría no menos personal de la legitimación del desempeño de responsabilidades y cargos y, finalmente, se formula una petición para la disolución de los "Comités Provinciales" de La Coruña y Pontevedra, y para el nombramiento de Don Ildefonso Cejudo como coordinador de UPyD en Galicia.
A la vista de lo extraordinario del método escogido, y sobre todo de las aún más extraordinarias afirmaciones que contiene la carta, hemos considerado necesario remitir esta circular a los afiliados y solicitantes de afiliación de Galicia con el fin de informarles verazmente acerca de algunos hechos de significado claramente tergiversado por los autores de la misiva en cuestión.
Don Ildefonso Cejudo fue, en efecto, elegido coordinador de UPyD en Galicia por el resto de los miembros de la Coordinadora, mediante una votación en la que obtuvo tres votos favorables y diez abstenciones. Es cierto que luego se dirigió a Llanes, aprovechando las jornadas sobre modelo territorial del Estado organizadas –magníficamente– por el partido en Asturias, con el fin de solicitar a varios miembros del Consejo de Dirección de UPyD allí presentes –Don Juan Luis Fabo, Don Carlos Martínez Gorriarán y Don Francisco Pimentel– una "confianza absoluta" (sic) en su persona y lo que podría calificarse sin exageración de carta blanca ilimitada para re-organizar el partido en Galicia.
Respecto a la confianza de la dirección, se le respondió que la tenía desde el momento en que había sido elegido coordinador, del mismo modo en que la tienen los otros 18 coordinadores de UPyD en toda España. Pero que tal confianza no podía ser "absoluta" en ningún caso porque, sencillamente, ninguno de nosotros disfruta ni puede disfrutar de semejante privilegio. La confianza, como le dijimos expresamente, se mantiene, crece o se pierde dependiendo de la calidad de la gestión que se desempeñe: a todos nos pasa igual. Respecto a los planes de re-organización del partido, explicamos a Don Ildefonso Cejudo que el partido ya tenía una estructura y unas normas de funcionamiento suficientemente precisas y a la vez flexibles, aprobadas en varios Consejos Políticos de UPyD y publicadas para general conocimiento en la intranet sita en la web del partido, donde cualquier afiliado puede consultarlas. Lo que significa, ni más ni menos, que la estructura del partido en Galicia tiene que ser la misma que en las demás comunidades autónomas, sin excepción, aunque lógicamente adaptada a sus condiciones y posibilidades. En este sentido, advertimos al excoordinador que los coordinadores rara vez, o nunca, se habían elegido por votación, sino tras deliberación de los miembros de la Coordinadora y la obtención del necesario consenso sobre la persona más dotada de capacidades y tiempo para desempeñar esa función, que no cargo. No obstante, el Consejo de Dirección aceptaría lo decidido esa vez por la Coordinadora de Galicia, pero dejando bien claro que los experimentos en materia de organización debían acabarse en ese mismo instante, para centrar todo el trabajo en la preparación del partido con vistas a las próximas elecciones autonómicas.
Con posterioridad, Don Ildefonso Cejudo nos envió un documento con sus propuestas de organización, muy diferentes en algunos casos a las aprobadas por el Consejo Político e innecesarias otras, como la pretensión de crear una especie de gabinete interno con responsabilidades simétricas a las consejerías del Gobierno de Galicia: turismo, agricultura, justicia, etcétera. A este documento se le contestó por escrito que debía limitarse a desarrollar la estructura existente en el resto de España, porque el problema de UPyD en Galicia no era ni es otro que la ausencia de trabajo político dirigido a la sociedad. Impulsar el trabajo político, es decir, cumplir el programa de UPyD, es el trabajo fundamental de cualquier órgano del partido, no empeñarse en experimentos de organización para el consumo exclusivamente interno. Es reseñable que algunas de estas propuestas se repiten tal cual en la carta de referencia.
En este sentido, la carta sostiene la teoría de que UPyD nace de Basta Ya y luego de Plataforma Pro, manteniéndose abierto una especie de movimiento asambleario que puede redefinir constantemente los objetivos y la organización del partido, como si éste no tuviera unos Estatutos aprobados en la Asamblea Fundacional, y un sistema de organización aprobado por los Consejos Políticos celebrados posteriormente y, en definitiva, una estructura similar a la de cualquier partido parlamentario –que es lo que somos–, lo más sencilla y austera posible en nuestro caso.
A este respecto debemos señalar que los afiliados a UPyD saben, o deberían saber, qué clase de partido somos y qué sistema de funcionamiento tenemos, y que el asambleísmo está descartado desde la primera Asamblea Fundacional celebrada en Madrid los días 15 y 29 de septiembre de 2007. Elegimos entonces funcionar en base a órganos colegiados basados a su vez en la confianza, la disponibilidad y, desde luego, la eficacia del trabajo de los miembros de estos órganos. Los miembros de las Coordinadoras no son representantes de asambleas de afiliados de determinada provincia, pueblo ni región, algo que se empeñan en ignorar reiteradamente los redactores de la carta a los afiliados gallegos. Y la Coordinadora de Galicia tampoco es la representante de los intereses de Galicia ante la dirección del partido. Esa mentalidad territorial y clientelar donde los órganos políticos son oficinas de representación de intereses a negociar, y sus miembros delegados de asambleas volátiles y convenientemente manipuladas es la que, precisamente, queremos superar gracias al trabajo de UPyD.
Insistimos: la Coordinadora no es la oficina de negociación de los intereses de algunos o muchos afiliados, sino el órgano político que representa a UPyD en Galicia y dirige allí el trabajo político a desarrollar en base a nuestro programa nacional. Programa que no hay que inventarse porque ya está aprobado, tras un largo y abierto proceso de discusión en el que participó todo el partido antes de las elecciones generales, sino que debemos desarrollar para acoplarlo a los problemas de Galicia, incorporando todos los asuntos y propuestas específicamente dirigidas a Galicia que sean necesarias, tras la adecuada elaboración y deliberación según los procedimientos ya probados y aprobados.
En definitiva, resulta lamentable que una persona que reclamó reiteradas veces la "confianza absoluta" de la dirección del partido, no sólo en la entrevista de Llanes sino mediante llamadas telefónicas y correos electrónicos, no haya sido capaz de dar a la Coordinadora, que en uso de sus prerrogativas decidió elegir un nuevo coordinador, una mínima parte de la confianza que reclamaba ilimitada para sí mismo. Sobre todo teniendo en cuenta que la Coordinadora, lejos de prescindir de sus servicios, decidió incluirle entre sus miembros, si bien Don Ildefonso Cejudo decidió presentar su dimisión en el curso de una reunión posterior de este órgano. Insólitamente, la carta a los afiliados reclama a la dirección del partido el nombramiento de Don Ildefonso Cejudo, pretendiendo que nos saltemos las funciones y decisiones de la Coordinadora. Para cerrar el bucle de la incongruencia, se argumenta que ese "nombramiento" sería lo más democrático del mundo.
Si el doble juego en lo que a confianzas y lealtades se refiere ya resulta reprobable, resulta intolerable la insistencia demostrada por Don Ildefonso Cejudo a partir de su dimisión de la Coordinadora Territorial, realizando actuaciones con el fin de desastibilizar la organización de UPyD en Galicia entre las que se incluye la convocatoria de reuniones paralelas con los afines para tomar decisiones al margen del funcionamiento ordinario del partido, con la intención evidente de imponer una política de hechos consumados apoyada en la supuesta legitimidad superior de asambleas de afiliados que, sin embargo, se convocan por personas sin legitimidad para hacerlo y se celebran en (relativo) secreto y a espaldas de los órganos legítimos del partido. Esa conducta es absolutamente contraria a la transparencia que tanto se exige a los demás, exactamente igual que sucedió con la petición de confianza absoluta. La tergiversación de lo sucedido en reuniones internas de órganos del partido, involucrando sin su consentimiento a miembros de la dirección del partido desplazados a Galicia para tratar de acercar posturas es, también, una conducta absolutamente impropia y contraria a normas tan elementales no ya de la democracia, sino de la convivencia civilizada, como son la confidencialidad de las deliberaciones de cualquier grupo y la aceptación previa de que se aceptará solidariamente cualquier decisión que tome ese grupo del que se forma parte por propia voluntad.
Por todo ello, el Consejo de Dirección de UPyD de fecha 30 de julio de 2008 decidió abrir expediente disciplinario con suspensión cautelar de militancia a Don Ildefonso Cejudo, ampliable en caso de que los hubiera a otros promotores de esta sucesión de hechos incompatibles con el normal desenvolvimiento del trabajo político de UPyD en Galicia. Todos los afectados podrán defenderse y exponer su versión de los hechos, pero no vamos a tolerar ni un solo día más de paralización del partido por móviles privados. Para finalizar esta ingrata tarea, queremos subrayar que la única razón para la creación de UPyD, y la única justificación de los más de 300.000 votos conseguidos en las elecciones generales, es el compromiso con los ciudadanos de llevar a las instituciones democráticas el programa íntegro de UPyD. Este y no otro es el objetivo del partido, no alojar absurdas conspiraciones interminables disimuladas bajo recargadas retóricas sobre la "regeneración democrática" y los orígenes de la legitimidad. La legitimidad se gana por el ejercicio de la misión encomendada por los demás y aceptada voluntariamente; es evidente que, en este caso, algunos se han empeñado en perderla a gran velocidad tratando de convertir nuestro partido político en una asamblea de intrigantes.
Madrid, 31 de julio de 2008
Carlos Martínez Gorriarán
Francisco Pimentel Igea
Juan Luis Fabo Ordóñez
Del Consejo de Dirección de Unión Progreso y Democracia
PD: "... la suspensión cautelar de militancia entra en conflicto con el Art. 8.3. de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, que estipula que “La expulsión y el resto de medidas sancionadoras que impliquen privación de derechos a los afiliados sólo podrán imponerse mediante procedimientos contradictorios, en los que se garantice a los afectados el derecho a ser informados de los hechos que dan lugar a tales medidas, el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de las mismas, el derecho a que el acuerdo que imponga una sanción sea motivado, y el derecho a formular, en su caso, recurso interno”
La respuesta a esta arbitrariedad jurídica se expresó en los magníficos resultados que UPyD obtuvo en las elecciones gallegas. Si es que... Evidentemente, todo lo que no sea oficial, oficial, oficial -a la medida de los intereses de la dirección-, tiene poco futuro, como puede comprobarse. Primero consolidar el partido exclusivamente con los afines, y luego ya vendrán elecciones y todo lo demás.
Pues resulta que poco antes de celebrarse las elecciones, 35 militantes de Galicia remitieron a la dirección del partido una carta en la que planteaban sus reivindicaciones...
La carta decía así
Estimados Sres. del Consejo Político Nacional de UPYD:
Atención de Dª Rosa Diéz.
En primer lugar y ante todo queremos expresar nuestra profunda satisfacción al poder formar parte activa de este gran proyecto de Regeneración Democrática, tan imprescindible para el futuro de una España unida y solidaria, como para cualquier ciudadano a título individual por lo que supone UPYD de avance en los derechos civiles, en las libertades individuales y en las contingencias de la convivencia en sociedad.
No obstante, si deseamos que este proyecto adquiera la dimensión cualitativa y cuantitativa de impulso de las susodichas libertades y derechos democráticos que defendemos para el conjunto de la Sociedad Civil, tenemos que empezar dando un ejemplo de transparencia democratizadora en el seno de nuestro entramado constituyente.
UPYD nació del movimiento ciudadano “Basta Ya” y luego de la “Plataforma PRO” y en muy pocos meses tuvo que constituir a nivel nacional y posteriormente en todas las CC.AA una serie de Órganos Gestores de urgencia debido a las perentorias necesidades electorales.
En la Comunidad Autonómica de Galicia, UPYD formó un órgano director embrionario que tuvo como primer Coordinador a D. Antonio Cascón. Por su parte en nuestras cuatro circunscripciones también se crearon otros tantos Comités Provinciales de urgencia.
No obstante, tras las Elecciones Generales del 9 de Marzo, los destinos de dichos Comités Provinciales de UPYD fueron bien divergentes: mientras que en Orense y Lugo los Comités se disolvieron, en Pontevedra y Coruña se mantuvieron impertérritos, merced a la inacción de los responsables provinciales.
Así observamos que en las Provincias interiores (Orense y Lugo), tras un proceso de reestructuración, se organizaron Asambleas Constitutivas con todos sus respectivos afiliados para elegir democráticamente los nuevos Órganos Rectores Provinciales y los representantes de esas Provincias en la Coordinadora de Galicia. Esto supuso un aire de frescura y transparencia democrática que creemos tiene muchos entroncamientos con la filosofía de un movimiento político ciudadano como Unión Progreso Y Democracia.
En el caso de Pontevedra y Coruña, a los que nos circunscribimos, los responsables provinciales eligieron a sus colaboradores, si nos permiten la expresión, a dedo; y así tras una convulsa e inoperante etapa, el responsable de Pontevedra acabó presentando su dimisión, que creemos tenía que haber afectado a todo el Comité, mientras que el de la Coruña ignoró cualquier sugerencia de refrendo y mantuvo su cargo sin la mínima coherencia democrática.
Ante tal flagrante cambio en el statu quo que supone la dimisión del máximo representante del Órgano Gestor Provincial, no se produce ni acción ni reacción. Los restantes miembros de las Ejecutivas de Pontevedra y Coruña de UPYD, lejos de convocar a los afiliados y reestructurar bajo los auspicios del sufragismo democrático unos Órganos Provinciales Legítimos, se parapetan en sus puestos, se autonombran miembros de las Coordinadoras Provinciales y a su vez representantes por las Provincias de Pontevedra y Coruña en la Coordinadora de Galicia. Este hecho consumado se nos comunica, en el caso de Pontevedra en un escueto e-mail, sin ni siquiera tener la delicadeza, y permítannos, la astucia política, de pedir que se les ratifique a posteriori. En el caso de Coruña, son los propios nombrados los que se lo comunican mediante un email.directo al resto de los militantes, igualmente sin ningún tipo de solicitud de ratificación.
A continuación estos supuestos Representantes llegan a una primera reunión de la Coordinadora de Galicia a fin de reestructurarla tras la dimisión de D. Antonio Cascón y se abstienen en el nombramiento de D. Ildefonso Cejudo, legítimo representante por la Provincia de Orense, el cual es el único que da un paso adelante y se postula, siendo nombrado oficialmente Coordinador. Ese nombramiento del Sr. Cejudo, tan vital para el futuro de UPYD Galicia, a los afiliados de base de Pontevedra y Coruña no se nos notifica.
Ante la confusa situación generada en las provincias de Pontevedra y Coruña, dos militantes de probada seriedad de ésta última y con la aquiescencia del antiguo coordinador de Galicia D.Antonio Cascón, se ofrecen a acompañar a D. Ildefonso Cejudo a las jornadas sobre territorialidad celebradas en LLanes, para corroborar ante la Dirección Nacional del Partido el apoyo y la legitimidad de su nombramiento. El propio Sr Cascón manifestó claramente a los militantes citados su apoyo expreso al nombramiento de su sucesor al frente de la Coordinadora, D. Ildefonso Cejudo.
En reunión privada para oficializar lo citado, los Sres Gorriaran, Fabo y Pimentel manifiestan taxativamente que D. Ildefonso Cejudo, independientemente de los votos obtenidos, cuenta con su absoluta confianza y a preguntas de los testigos manifiestan que lo reconocen como coordinador regional del partido en Galicia. En frase textual y muy significativa del Sr Gorriaran, éste manifiesta “ no queremos saber quien empezó la pelea en el Saloon, usted es nuestro coordinador en Galicia y desde mañana debe ejercer y ponerse a trabajar como tal.”
No obstante, y en sucesivas reuniones, los miembros no electos democráticamente de las coordinadoras de Pontevedra y Coruña, se dedican a destruir varios proyectos organizativos y democratizadores presentados por el nuevo Coordinador, atacándolo personalmente, intentando dejarlo en evidencia delante de algunos representantes del Consejo Político Nacional y, dentro de un ambiente hostil, presentan un panorama desolador sin ofrecer alternativa alguna, hasta que finalmente D. Ildefonso Cejudo, superado por una especie de linchamiento público (según atestigua D. Antonio Cascón y pudo comprobar el Sr. Fabo) y en un alarde ético, se ve obligado a desistir. De todo esto tampoco se nos ha presentado la más mínima constancia escrita.
Respecto a la creación de órganos, herramientas, mecanismos, iniciativas, etc… que supongan la implicación del resto de los afiliados de las provincias citadas, reseñar que las actuaciones de dichos Comités Provinciales son exiguas, deficientes, dirigistas, dictatoriales, y cerradas a cualquier acción de dialogo y menos de consenso.
Las suyas son decisiones deficitarias de calidad debido a que se han tomado dentro del seno de un permanente círculo viciado de cinco personas en ambos casos que de manera torticera por parte de algunos de ellos, pretenden utilizar al resto de los afiliados como peldaños en su escalada dentro del Organigrama Constitutivo de UPYD en Galicia y a nivel Nacional.
Los aquí firmantes no dudamos de las convicciones ni de las capacidades de algunos de los miembros cuestionados pero si nos manifestamos contrarios a sus aptitudes y desde luego rechazamos su metodología a la hora de crear partido. Asimismo no descartamos que alguna de las personas que forman parte de estos Comités lo hagan con su mejor intención, pero el simple hecho de mantenerse en ellos, sin someterse a ningún tipo de ratificación, los invalida claramente.
Estas personas que componen esta Ejecutivas Provinciales parten de la base de que su legitimidad nace del Hecho y no de Iure ni de Derecho.
Bien sabemos que hay tres maneras de adquirir la Legitimidad:
- 1) La Tradición, que se basa en la moral agonal y en la costumbre. Este es el caso de las Monarquías o los Jefes Tribales.
- 2) La Fuerza, que supone la utilización de métodos violentos o coercitivos y que como bien sabido es utilizada principalmente por las dictaduras militares y populistas.
- 3) La Democracia a través del sufragio universal en cualquiera de sus vertientes. Es el sufragismo democrático el que otorga el Derecho a cualquier decisión o composición organizativa.
Todo lo demás son subterfugios o situaciones transitorias que deben tratar de corregirse para la correcta vertebración de los valores que nos impulsan. No nos cabe la menor duda de que UPYD responde a esta tercera premisa a la hora de generar legitimidad.
Es por ello que solicitamos la inmediata toma de postura respecto a la propuesta siguiente
1.-La disolución de los Comités Provinciales de La Coruña y Pontevedra por defectos de forma en sus nombramientos y pérdida de confianza generalizada.
2.-La restitución en su puesto de coordinador General para Galicia de D. Ildefonso Cejudo, que fue elegido en su día democráticamente para dicho puesto y obligado a desistir por los miembros de los Comités señalados, y que en el plazo máximo de 2 meses, previas reuniones provinciales deliberatorias con los afiliados, definirá un equipo de gestión de UPYD hasta el Congreso del año 2009.
Creemos que este es el sistema idóneo y legítimo para presentar un equipo cohesionado de Dirección Territorial de Galicia.
Queremos significar, como remate de nuestra propuesta, que D.Ildefonso Cejudo reune las condiciones de liderazgo imprescindibles para atravesar etapas transitorias en la constitución de un partido profundamente democrático y que es intención demostrada del Sr Cejudo, promover los siguientes pasos:
1- Creación de metodología y objetivos para lograr los siguientes resultados:
a- Activación de un sistema de captación de nuevos afiliados.
b- Organización de Gabinetes técnicos que elaboren ponencias a efectos del Programa Electoral y que activen las sinergias de este Partido..
c- Estrategias de divulgación del programa y filosofia de UPYD en los Medios de Comunicación
d- Creación de herramientas de búsqueda de financiación alternativa para el Partido.
.
En resumen, una batería de acciones que nos lleven a salir del ostracismo público en el que nos encontramos en Galicia.
Queremos resaltar que este escrito esta impulsado aproximadamente por un 75 % de los militantes activos de nuestra territorial; el resto de los militantes o forman parte de los cuadros de las Direcciones Territoriales de Pontevedra y Coruña, que no reconocemos, o han pasado a actitud pasiva ante la triste perspectiva que en la actualidad presenta UPYD en Galicia.. Creemos sinceramente que tenemos la capacidad y el quórum para sustituir o refrendar a los primeros y activar e ilusionar a los segundos, para conseguir que en el Parlamento Gallego UPYD tenga su propia voz
Los abajo Firmantes (por orden alfabético).
35 FIRMAS AL PIE QUE APOYAN ESTE ESCRITO
P.D Ante la proximidad de las elecciones autonómicas de Galicia rogamos contestación a fin de tomar la oportuna posición, en el plazo de 3 días
LA RESPUESTA DE LA DIRECCIÓN NO SE HIZO ESPERAR
Estimados compañeros gallegos de Unión Progreso y Democracia:
Ha llegado a nuestro conocimiento una carta redactada al parecer por algunos miembros de UPyD en Galicia que se está enviando a los afiliados de esta comunidad con el ánimo de recoger firmas de apoyo y remitirla a los órganos de dirección del partido. En dicha carta se realizan varias consideraciones muy subjetivas sobre la reciente historia del partido y su sistema de funcionamiento, se expone una teoría no menos personal de la legitimación del desempeño de responsabilidades y cargos y, finalmente, se formula una petición para la disolución de los "Comités Provinciales" de La Coruña y Pontevedra, y para el nombramiento de Don Ildefonso Cejudo como coordinador de UPyD en Galicia.
A la vista de lo extraordinario del método escogido, y sobre todo de las aún más extraordinarias afirmaciones que contiene la carta, hemos considerado necesario remitir esta circular a los afiliados y solicitantes de afiliación de Galicia con el fin de informarles verazmente acerca de algunos hechos de significado claramente tergiversado por los autores de la misiva en cuestión.
Don Ildefonso Cejudo fue, en efecto, elegido coordinador de UPyD en Galicia por el resto de los miembros de la Coordinadora, mediante una votación en la que obtuvo tres votos favorables y diez abstenciones. Es cierto que luego se dirigió a Llanes, aprovechando las jornadas sobre modelo territorial del Estado organizadas –magníficamente– por el partido en Asturias, con el fin de solicitar a varios miembros del Consejo de Dirección de UPyD allí presentes –Don Juan Luis Fabo, Don Carlos Martínez Gorriarán y Don Francisco Pimentel– una "confianza absoluta" (sic) en su persona y lo que podría calificarse sin exageración de carta blanca ilimitada para re-organizar el partido en Galicia.
Respecto a la confianza de la dirección, se le respondió que la tenía desde el momento en que había sido elegido coordinador, del mismo modo en que la tienen los otros 18 coordinadores de UPyD en toda España. Pero que tal confianza no podía ser "absoluta" en ningún caso porque, sencillamente, ninguno de nosotros disfruta ni puede disfrutar de semejante privilegio. La confianza, como le dijimos expresamente, se mantiene, crece o se pierde dependiendo de la calidad de la gestión que se desempeñe: a todos nos pasa igual. Respecto a los planes de re-organización del partido, explicamos a Don Ildefonso Cejudo que el partido ya tenía una estructura y unas normas de funcionamiento suficientemente precisas y a la vez flexibles, aprobadas en varios Consejos Políticos de UPyD y publicadas para general conocimiento en la intranet sita en la web del partido, donde cualquier afiliado puede consultarlas. Lo que significa, ni más ni menos, que la estructura del partido en Galicia tiene que ser la misma que en las demás comunidades autónomas, sin excepción, aunque lógicamente adaptada a sus condiciones y posibilidades. En este sentido, advertimos al excoordinador que los coordinadores rara vez, o nunca, se habían elegido por votación, sino tras deliberación de los miembros de la Coordinadora y la obtención del necesario consenso sobre la persona más dotada de capacidades y tiempo para desempeñar esa función, que no cargo. No obstante, el Consejo de Dirección aceptaría lo decidido esa vez por la Coordinadora de Galicia, pero dejando bien claro que los experimentos en materia de organización debían acabarse en ese mismo instante, para centrar todo el trabajo en la preparación del partido con vistas a las próximas elecciones autonómicas.
Con posterioridad, Don Ildefonso Cejudo nos envió un documento con sus propuestas de organización, muy diferentes en algunos casos a las aprobadas por el Consejo Político e innecesarias otras, como la pretensión de crear una especie de gabinete interno con responsabilidades simétricas a las consejerías del Gobierno de Galicia: turismo, agricultura, justicia, etcétera. A este documento se le contestó por escrito que debía limitarse a desarrollar la estructura existente en el resto de España, porque el problema de UPyD en Galicia no era ni es otro que la ausencia de trabajo político dirigido a la sociedad. Impulsar el trabajo político, es decir, cumplir el programa de UPyD, es el trabajo fundamental de cualquier órgano del partido, no empeñarse en experimentos de organización para el consumo exclusivamente interno. Es reseñable que algunas de estas propuestas se repiten tal cual en la carta de referencia.
En este sentido, la carta sostiene la teoría de que UPyD nace de Basta Ya y luego de Plataforma Pro, manteniéndose abierto una especie de movimiento asambleario que puede redefinir constantemente los objetivos y la organización del partido, como si éste no tuviera unos Estatutos aprobados en la Asamblea Fundacional, y un sistema de organización aprobado por los Consejos Políticos celebrados posteriormente y, en definitiva, una estructura similar a la de cualquier partido parlamentario –que es lo que somos–, lo más sencilla y austera posible en nuestro caso.
A este respecto debemos señalar que los afiliados a UPyD saben, o deberían saber, qué clase de partido somos y qué sistema de funcionamiento tenemos, y que el asambleísmo está descartado desde la primera Asamblea Fundacional celebrada en Madrid los días 15 y 29 de septiembre de 2007. Elegimos entonces funcionar en base a órganos colegiados basados a su vez en la confianza, la disponibilidad y, desde luego, la eficacia del trabajo de los miembros de estos órganos. Los miembros de las Coordinadoras no son representantes de asambleas de afiliados de determinada provincia, pueblo ni región, algo que se empeñan en ignorar reiteradamente los redactores de la carta a los afiliados gallegos. Y la Coordinadora de Galicia tampoco es la representante de los intereses de Galicia ante la dirección del partido. Esa mentalidad territorial y clientelar donde los órganos políticos son oficinas de representación de intereses a negociar, y sus miembros delegados de asambleas volátiles y convenientemente manipuladas es la que, precisamente, queremos superar gracias al trabajo de UPyD.
Insistimos: la Coordinadora no es la oficina de negociación de los intereses de algunos o muchos afiliados, sino el órgano político que representa a UPyD en Galicia y dirige allí el trabajo político a desarrollar en base a nuestro programa nacional. Programa que no hay que inventarse porque ya está aprobado, tras un largo y abierto proceso de discusión en el que participó todo el partido antes de las elecciones generales, sino que debemos desarrollar para acoplarlo a los problemas de Galicia, incorporando todos los asuntos y propuestas específicamente dirigidas a Galicia que sean necesarias, tras la adecuada elaboración y deliberación según los procedimientos ya probados y aprobados.
En definitiva, resulta lamentable que una persona que reclamó reiteradas veces la "confianza absoluta" de la dirección del partido, no sólo en la entrevista de Llanes sino mediante llamadas telefónicas y correos electrónicos, no haya sido capaz de dar a la Coordinadora, que en uso de sus prerrogativas decidió elegir un nuevo coordinador, una mínima parte de la confianza que reclamaba ilimitada para sí mismo. Sobre todo teniendo en cuenta que la Coordinadora, lejos de prescindir de sus servicios, decidió incluirle entre sus miembros, si bien Don Ildefonso Cejudo decidió presentar su dimisión en el curso de una reunión posterior de este órgano. Insólitamente, la carta a los afiliados reclama a la dirección del partido el nombramiento de Don Ildefonso Cejudo, pretendiendo que nos saltemos las funciones y decisiones de la Coordinadora. Para cerrar el bucle de la incongruencia, se argumenta que ese "nombramiento" sería lo más democrático del mundo.
Si el doble juego en lo que a confianzas y lealtades se refiere ya resulta reprobable, resulta intolerable la insistencia demostrada por Don Ildefonso Cejudo a partir de su dimisión de la Coordinadora Territorial, realizando actuaciones con el fin de desastibilizar la organización de UPyD en Galicia entre las que se incluye la convocatoria de reuniones paralelas con los afines para tomar decisiones al margen del funcionamiento ordinario del partido, con la intención evidente de imponer una política de hechos consumados apoyada en la supuesta legitimidad superior de asambleas de afiliados que, sin embargo, se convocan por personas sin legitimidad para hacerlo y se celebran en (relativo) secreto y a espaldas de los órganos legítimos del partido. Esa conducta es absolutamente contraria a la transparencia que tanto se exige a los demás, exactamente igual que sucedió con la petición de confianza absoluta. La tergiversación de lo sucedido en reuniones internas de órganos del partido, involucrando sin su consentimiento a miembros de la dirección del partido desplazados a Galicia para tratar de acercar posturas es, también, una conducta absolutamente impropia y contraria a normas tan elementales no ya de la democracia, sino de la convivencia civilizada, como son la confidencialidad de las deliberaciones de cualquier grupo y la aceptación previa de que se aceptará solidariamente cualquier decisión que tome ese grupo del que se forma parte por propia voluntad.
Por todo ello, el Consejo de Dirección de UPyD de fecha 30 de julio de 2008 decidió abrir expediente disciplinario con suspensión cautelar de militancia a Don Ildefonso Cejudo, ampliable en caso de que los hubiera a otros promotores de esta sucesión de hechos incompatibles con el normal desenvolvimiento del trabajo político de UPyD en Galicia. Todos los afectados podrán defenderse y exponer su versión de los hechos, pero no vamos a tolerar ni un solo día más de paralización del partido por móviles privados. Para finalizar esta ingrata tarea, queremos subrayar que la única razón para la creación de UPyD, y la única justificación de los más de 300.000 votos conseguidos en las elecciones generales, es el compromiso con los ciudadanos de llevar a las instituciones democráticas el programa íntegro de UPyD. Este y no otro es el objetivo del partido, no alojar absurdas conspiraciones interminables disimuladas bajo recargadas retóricas sobre la "regeneración democrática" y los orígenes de la legitimidad. La legitimidad se gana por el ejercicio de la misión encomendada por los demás y aceptada voluntariamente; es evidente que, en este caso, algunos se han empeñado en perderla a gran velocidad tratando de convertir nuestro partido político en una asamblea de intrigantes.
Madrid, 31 de julio de 2008
Carlos Martínez Gorriarán
Francisco Pimentel Igea
Juan Luis Fabo Ordóñez
Del Consejo de Dirección de Unión Progreso y Democracia
PD: "... la suspensión cautelar de militancia entra en conflicto con el Art. 8.3. de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, que estipula que “La expulsión y el resto de medidas sancionadoras que impliquen privación de derechos a los afiliados sólo podrán imponerse mediante procedimientos contradictorios, en los que se garantice a los afectados el derecho a ser informados de los hechos que dan lugar a tales medidas, el derecho a ser oídos con carácter previo a la adopción de las mismas, el derecho a que el acuerdo que imponga una sanción sea motivado, y el derecho a formular, en su caso, recurso interno”
La respuesta a esta arbitrariedad jurídica se expresó en los magníficos resultados que UPyD obtuvo en las elecciones gallegas. Si es que... Evidentemente, todo lo que no sea oficial, oficial, oficial -a la medida de los intereses de la dirección-, tiene poco futuro, como puede comprobarse. Primero consolidar el partido exclusivamente con los afines, y luego ya vendrán elecciones y todo lo demás.
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