Tras los acontecimientos de los últimos días, se ha constatado por segunda vez, -la primera fue en Ciutadans-, que es imposible forjar en pleno siglo XXI una organización política con los criterios feudales y burocráticos del más rancio estalinismo. Ha terminado ocurriendo algo que apenas hace un par de semanas se anunciaba en este blog: una auténtica debacle en UPyD, insospechada por sus dirigentes a la vista de sus declaraciones, que han despreciado la capacidad de rebelión de los militantes del partido que habían considerado sus vasallos.
La sucesión de acontecimientos, sin embargo, era previsible para alguien no henchido de soberbia, porque se habían acumulado numerosas arbitrariedades y abusos de poder ejercidos por la dirección del partido contra los militantes y los dirigentes periféricos no sometidos a su criterio, más próximos a su gente que al designado consejo de dirección. En algunos lugares como Murcia, Asturias o Baleares, feudos sometidos por la dirección, con dirigentes muy ambiciosos y extremadamente fieles a la designación, prácticamente no ha ocurrido nada, pero también ocurrirá, es cuestión de tiempo.
El núcleo duro del partido, encastillado en su fortaleza de despropósitos, se ha quedado exclusivamente con el apoyo de los más leales a la dirección escasos principios, los menos leales, por tanto, a los principios, que la formación magenta dice defender en la calle. El partido de las maravillas en el exterior (propaganda), que es un auténtico infierno en el interior para los que piensan por sí mismos (realidad), ha quedado expuesto a la luz y taquígrafos, algo que no se esperaban ni Rosa Díez, ni Gorriarán, que ahora están obligados a dar explicaciones públicas de lo ocurrido y como no pueden explicar lo ocurrido sin eludir su responsabilidad, están acorralados entre la justificación del despotismo injustificable ejercido en el interior del partido y las preguntas de los periodistas, que no pueden esquivar.
Mientras los votantes de UPyD, y los posibles votantes en el futuro, se van informando de lo ocurrido por los medios de comunicación y conociendo la auténtica realidad del partido magenta, que les hará tener una idea más correcta de en quien han depositado su confianza o la pueden depositar en el mañana.
Las purgas, los expedientes, los espionajes, las expulsiones, los nombramientos a dedo, la negación de cualquier problema, la ilegitimidad de los actos rubricados por los dirigentes, todas las arbitrariedades del abuso de poder que se han ido coleccionando, han terminado estallando en Madrid, como era de esperar; el motivo último se ha debido a la negligencia y torpeza del coordinador de la capital española, Ramón Marcos Allo, designado por Rosa Díez y Gorriarán, que previamente había pasado por Ciudadanos y antes por socialistas en positivo, aquella corriente del PSC que se escindió tras la deriva del partido de Montilla hacia el nacionalismo catalán, en fin, los intentos totalitarios de forjar una coordinadora madrileña exclusivamente favorable al proyecto de la dirección, han supuesto la puntilla del partido.
Al igual que en Cataluña, ha hecho su compañero Angel Hernández Guardia, también proveniente de socialistas en positivo, que ha impedido cualquier crecimiento de la formación magenta, mientras se esperaba que los diputados Robles y Domingo, que le son afines y próximos, se hicieran con el control de Ciutadans, para absorber la formación naranja posteriormente, algo que desbarató Albert Rivera con su coalición pueril con Libertas, aunque le haya costado el futuro de su partido. Si en algún lugar se han cometido más barbaridades contra la democracia y la libertad en el partido magenta, sin duda ha sido en Cataluña, ni resultados electorales, ni crecimiento del partido, ni gestión eficaz, ni presencia pública, y una pléyade de vilipendiados depurados y sin embargo, eso no ha impedido que el coordinador catalán siga dirigiendo la formación magenta, lo que también dice mucho sobre las auténticas intenciones del partido para afrontar un espinoso tema como el nacionalismo catalán, con los antiguos compañeros del PSC, que se ha limitado a un deshonroso esperar y ver, porque en ninguna ocasión Rosa Díez, que ha criticado a todo el mundo, ha osado decir algo de Montilla, ¿por qué será?.
En fin, no hace falta imaginar que la formación socialista de Rosa Díez –nunca ha sido transversal, aunque en su interior hubiera algunos militantes no socialistas- tenía como objetivo recoger los votos desencantados con la esquizofrenia del PSOE y la oligofrenia del PP, para ofrecer una alternativa socialista diferente, enmascarada de centrismo y transversalidad.
No ha podido ser, porque en la materialización final del conflicto dos grupos se han enfrentado con el poder autoritario de Gatokan y sus felonías. Por una parte, los pacientes y escasos liberales del partido, junto con otros independientes, que le permitían seguir manteniendo el pabellón formal de transversalidad, agrupados en torno al núcleo representado por Mikel Buesa, Carlos Novillo, las Auroras y Guzmán Fernández, con seguidores en toda España, especialmente en Madrid, el País Vasco, Navarra, Castilla León, Galicia y Andalucía.
Por otra parte, la opción socialista realmente transversal, representada por el núcleo duro de los participantes en el proyecto alternativo para el Congreso de estanoeslawebdeupyd, con auténticos transversales como Javier Carroquino, Gerardo Hernández Les, Rodolfo Angelina, Miguel Álvarez, Miguel Baños, y Juan Espino, y la sección catalana de Pilar Jáuregui, Silvia Hierro (ex socialista en positivo) y Sandalio del Río, cuya apuesta por la transversalidad más bien está forzada por las circunstancias particulares de Cataluña. Sus seguidores se encuentran repartidos por toda España, con mayor presencia en Madrid, Murcia, Andalucía, Castilla León, Cataluña, Extremadura, Aragón, Galicia, Baleares, Asturias y Valencia.
Si los primeros, los liberales, han decidido denunciar públicamente lo que está ocurriendo en el partido tras Mikel Buesa, que no entrará en mayores confrontaciones con Rosa Díez, aunque no se puede decir lo mismo de sus seguidores. Los segundos, han sido expedientados de forma fulminante, como trámite previo a su expulsión, y consideran en estos momentos llevar su caso ante los tribunales ordinarios de justicia, lo que supondría posiblemente, el final más deshonroso del partido magenta, porque la prensa estaría atenta a la disección anatómica de lo ocurrido.
Las buenas expectativas electorales que el partido socialista de Rosa Díez cosecha en estos momentos, especialmente para las próximas elecciones municipales, en las que podría alcanzar un gobierno en coalición en varias ciudades importantes, y varios miles de concejales en todo el país, se ven ahora mismo trastocadas por “la rebelión de los demócratas” que no admiten convertirse en los perdedores del próximo Congreso, porque acabarían legitimando con su confrontación perdedora de antemano, el despotismo ejercido en el partido como algo democrático, lo que supondría hacerles un gran favor a los dirigentes.
Los militantes de base no posicionados, consumidores de la propaganda de la dirección, que no han tomado partido más que por el partido representado por Rosa Díez, sin entrar en demasiadas valoraciones sobre su calidad democrática, su clima de ausencia de libertad, su asfixia de la pluralidad, y su administración autoritaria de la justicia, y las decisiones internas inexplicables, se debaten en estos instantes ante el mismo conflicto que el capitán del San Juan Nepomuceno, porque deben decidir si su partido se convierte en otro más, en el que los concejales valen más que los principios, o realmente dan un paso hacia la rebelión y logran por primera vez cruzar en el interior de una formación política española, la delgada línea que separa la democracia de la demagogia, consiguiendo que los principios sean más importantes que los concejales, y los elegidos para representarles democráticamente más numerosos que los designados por la dirección.
Exactamente tienen que elegir entre un proyecto de futuro que se fundamente en su coherencia, rebelándose contra las arbitrariedades de los actuales dirigentes e imponiendo la democracia en su formación, lo que posiblemente redunde en unos resultados electorales crecientes; o callarse, admitir que el poder es más importante que su libertad, bajar la cabeza, asumir lo que la dirección ofrece como democrático, sabiendo que no lo es. Esto realmente será pan para hoy y hambre para mañana y sin duda se traducirá en unos resultados electorales progresivamente decrecientes, que más temprano que tarde les llevará a su desaparición de la política.
Inteligencia y ambición se debaten ahora mismo en el interior de cada uno de los militantes de la formación magenta, el resultado final será una demostración de lo que realmente es el partido socialista de Rosa Díez.
Si la dirección acaba imponiendo su criterio, el partido en ese momento habrá entrado en el museo de los fraudes de la política española, exactamente detrás de su precedente Ciutadans; pero si los militantes deciden apostar por su futuro, logrando por cualquier medio que la dirección actual rinda cuentas de sus desmanes y responsabilidades, por haber actuado de forma autocrática y totalitaria, contra cualquier principio legítimo y democrático, asfixiando la pluralidad y la libertad en el partido de todos, entonces se abrirá un futuro de éxitos prolongados para la formación magenta que dejará de ser, por méritos propios, el partido de Rosa Díez, para convertirse en la legítima tercera vía tan anhelada en este país.
Esta es la última oportunidad de corregir la deriva totalitaria de UPyD, no habrá otra, porque si triunfa el proyecto de la dirección, la formación magenta se habrá quedado en una clamorosa representación del pensamiento único; esta berenjena es muy pesimista al respecto, porque ahora mismo van ganando los más aprovechados, los no demócratas, los leninistas que abominan la libertad, los déspotas, con su dictadura de desinformación y silencio.
Alea Jacta Est
La sucesión de acontecimientos, sin embargo, era previsible para alguien no henchido de soberbia, porque se habían acumulado numerosas arbitrariedades y abusos de poder ejercidos por la dirección del partido contra los militantes y los dirigentes periféricos no sometidos a su criterio, más próximos a su gente que al designado consejo de dirección. En algunos lugares como Murcia, Asturias o Baleares, feudos sometidos por la dirección, con dirigentes muy ambiciosos y extremadamente fieles a la designación, prácticamente no ha ocurrido nada, pero también ocurrirá, es cuestión de tiempo.
El núcleo duro del partido, encastillado en su fortaleza de despropósitos, se ha quedado exclusivamente con el apoyo de los más leales a la dirección escasos principios, los menos leales, por tanto, a los principios, que la formación magenta dice defender en la calle. El partido de las maravillas en el exterior (propaganda), que es un auténtico infierno en el interior para los que piensan por sí mismos (realidad), ha quedado expuesto a la luz y taquígrafos, algo que no se esperaban ni Rosa Díez, ni Gorriarán, que ahora están obligados a dar explicaciones públicas de lo ocurrido y como no pueden explicar lo ocurrido sin eludir su responsabilidad, están acorralados entre la justificación del despotismo injustificable ejercido en el interior del partido y las preguntas de los periodistas, que no pueden esquivar.
Mientras los votantes de UPyD, y los posibles votantes en el futuro, se van informando de lo ocurrido por los medios de comunicación y conociendo la auténtica realidad del partido magenta, que les hará tener una idea más correcta de en quien han depositado su confianza o la pueden depositar en el mañana.
Las purgas, los expedientes, los espionajes, las expulsiones, los nombramientos a dedo, la negación de cualquier problema, la ilegitimidad de los actos rubricados por los dirigentes, todas las arbitrariedades del abuso de poder que se han ido coleccionando, han terminado estallando en Madrid, como era de esperar; el motivo último se ha debido a la negligencia y torpeza del coordinador de la capital española, Ramón Marcos Allo, designado por Rosa Díez y Gorriarán, que previamente había pasado por Ciudadanos y antes por socialistas en positivo, aquella corriente del PSC que se escindió tras la deriva del partido de Montilla hacia el nacionalismo catalán, en fin, los intentos totalitarios de forjar una coordinadora madrileña exclusivamente favorable al proyecto de la dirección, han supuesto la puntilla del partido.
Al igual que en Cataluña, ha hecho su compañero Angel Hernández Guardia, también proveniente de socialistas en positivo, que ha impedido cualquier crecimiento de la formación magenta, mientras se esperaba que los diputados Robles y Domingo, que le son afines y próximos, se hicieran con el control de Ciutadans, para absorber la formación naranja posteriormente, algo que desbarató Albert Rivera con su coalición pueril con Libertas, aunque le haya costado el futuro de su partido. Si en algún lugar se han cometido más barbaridades contra la democracia y la libertad en el partido magenta, sin duda ha sido en Cataluña, ni resultados electorales, ni crecimiento del partido, ni gestión eficaz, ni presencia pública, y una pléyade de vilipendiados depurados y sin embargo, eso no ha impedido que el coordinador catalán siga dirigiendo la formación magenta, lo que también dice mucho sobre las auténticas intenciones del partido para afrontar un espinoso tema como el nacionalismo catalán, con los antiguos compañeros del PSC, que se ha limitado a un deshonroso esperar y ver, porque en ninguna ocasión Rosa Díez, que ha criticado a todo el mundo, ha osado decir algo de Montilla, ¿por qué será?.
En fin, no hace falta imaginar que la formación socialista de Rosa Díez –nunca ha sido transversal, aunque en su interior hubiera algunos militantes no socialistas- tenía como objetivo recoger los votos desencantados con la esquizofrenia del PSOE y la oligofrenia del PP, para ofrecer una alternativa socialista diferente, enmascarada de centrismo y transversalidad.
No ha podido ser, porque en la materialización final del conflicto dos grupos se han enfrentado con el poder autoritario de Gatokan y sus felonías. Por una parte, los pacientes y escasos liberales del partido, junto con otros independientes, que le permitían seguir manteniendo el pabellón formal de transversalidad, agrupados en torno al núcleo representado por Mikel Buesa, Carlos Novillo, las Auroras y Guzmán Fernández, con seguidores en toda España, especialmente en Madrid, el País Vasco, Navarra, Castilla León, Galicia y Andalucía.
Por otra parte, la opción socialista realmente transversal, representada por el núcleo duro de los participantes en el proyecto alternativo para el Congreso de estanoeslawebdeupyd, con auténticos transversales como Javier Carroquino, Gerardo Hernández Les, Rodolfo Angelina, Miguel Álvarez, Miguel Baños, y Juan Espino, y la sección catalana de Pilar Jáuregui, Silvia Hierro (ex socialista en positivo) y Sandalio del Río, cuya apuesta por la transversalidad más bien está forzada por las circunstancias particulares de Cataluña. Sus seguidores se encuentran repartidos por toda España, con mayor presencia en Madrid, Murcia, Andalucía, Castilla León, Cataluña, Extremadura, Aragón, Galicia, Baleares, Asturias y Valencia.
Si los primeros, los liberales, han decidido denunciar públicamente lo que está ocurriendo en el partido tras Mikel Buesa, que no entrará en mayores confrontaciones con Rosa Díez, aunque no se puede decir lo mismo de sus seguidores. Los segundos, han sido expedientados de forma fulminante, como trámite previo a su expulsión, y consideran en estos momentos llevar su caso ante los tribunales ordinarios de justicia, lo que supondría posiblemente, el final más deshonroso del partido magenta, porque la prensa estaría atenta a la disección anatómica de lo ocurrido.
Las buenas expectativas electorales que el partido socialista de Rosa Díez cosecha en estos momentos, especialmente para las próximas elecciones municipales, en las que podría alcanzar un gobierno en coalición en varias ciudades importantes, y varios miles de concejales en todo el país, se ven ahora mismo trastocadas por “la rebelión de los demócratas” que no admiten convertirse en los perdedores del próximo Congreso, porque acabarían legitimando con su confrontación perdedora de antemano, el despotismo ejercido en el partido como algo democrático, lo que supondría hacerles un gran favor a los dirigentes.
Los militantes de base no posicionados, consumidores de la propaganda de la dirección, que no han tomado partido más que por el partido representado por Rosa Díez, sin entrar en demasiadas valoraciones sobre su calidad democrática, su clima de ausencia de libertad, su asfixia de la pluralidad, y su administración autoritaria de la justicia, y las decisiones internas inexplicables, se debaten en estos instantes ante el mismo conflicto que el capitán del San Juan Nepomuceno, porque deben decidir si su partido se convierte en otro más, en el que los concejales valen más que los principios, o realmente dan un paso hacia la rebelión y logran por primera vez cruzar en el interior de una formación política española, la delgada línea que separa la democracia de la demagogia, consiguiendo que los principios sean más importantes que los concejales, y los elegidos para representarles democráticamente más numerosos que los designados por la dirección.
Exactamente tienen que elegir entre un proyecto de futuro que se fundamente en su coherencia, rebelándose contra las arbitrariedades de los actuales dirigentes e imponiendo la democracia en su formación, lo que posiblemente redunde en unos resultados electorales crecientes; o callarse, admitir que el poder es más importante que su libertad, bajar la cabeza, asumir lo que la dirección ofrece como democrático, sabiendo que no lo es. Esto realmente será pan para hoy y hambre para mañana y sin duda se traducirá en unos resultados electorales progresivamente decrecientes, que más temprano que tarde les llevará a su desaparición de la política.
Inteligencia y ambición se debaten ahora mismo en el interior de cada uno de los militantes de la formación magenta, el resultado final será una demostración de lo que realmente es el partido socialista de Rosa Díez.
Si la dirección acaba imponiendo su criterio, el partido en ese momento habrá entrado en el museo de los fraudes de la política española, exactamente detrás de su precedente Ciutadans; pero si los militantes deciden apostar por su futuro, logrando por cualquier medio que la dirección actual rinda cuentas de sus desmanes y responsabilidades, por haber actuado de forma autocrática y totalitaria, contra cualquier principio legítimo y democrático, asfixiando la pluralidad y la libertad en el partido de todos, entonces se abrirá un futuro de éxitos prolongados para la formación magenta que dejará de ser, por méritos propios, el partido de Rosa Díez, para convertirse en la legítima tercera vía tan anhelada en este país.
Esta es la última oportunidad de corregir la deriva totalitaria de UPyD, no habrá otra, porque si triunfa el proyecto de la dirección, la formación magenta se habrá quedado en una clamorosa representación del pensamiento único; esta berenjena es muy pesimista al respecto, porque ahora mismo van ganando los más aprovechados, los no demócratas, los leninistas que abominan la libertad, los déspotas, con su dictadura de desinformación y silencio.
Alea Jacta Est
Que razón tienes Eli jo.... mi berenjena favorita :)
ResponderEliminar20090707 – Berenjena, me pareces una hortaliza injustamente marginada, pues a mi humilde entender, posees grandes cualidades culinarias para la gastronomía política.
ResponderEliminarEs un placer leerte.
Saludos.