Hola amigas y amigos:
Me presentaré, soy Elisa Jovellanos, para todos vosotros, Eli Jo, mi amigo Ubú me ha invitado a participar en su blog, sabe que desde que ando en estas cosas de la política con el partido de Rosa Díez, tengo un lío fenomenal y no me aclaro con lo de si somos transversales o colaterales, porque la verdad Doña Rosa, que usted habla mejor que Cicerón, un colombiano amigo mío, con ese verbo palmario y fresco de quien sabe que lo que se dice es un propósito solamente, que se cumpla o no, es exclusivamente algo que depende de la coyuntura, los hados, y el destino.
Verá usted, a mi me recuerda mucho su discurso al de nuestro querido Presidente José Luis, que habla, habla, habla de lo que va a hacer y todo el mundo se queda embelesado, pero cuando se contempla la realidad se comprueba que vamos de mal en peor, y es que la realidad no le acaba de hacer caso y eso que reparte dinero de todos con la generosidad de un trastornado.
En cuanto a UPyD, yo no soy como todos esos que se quejan de que no hay democracia, ni libertad en su organización, sin saber siquiera, lo difícil que es mandar. Lo de la santísima trinidad del laicismo español -Tú, la madre, Savater, el padre, y Carlos el hijo- a mí me parece bien, porque así podremos formar una nueva iglesia socialista que perdure por los siglos de los siglos.
Merece la pena Rosa, claro que sí, pero a este paso te van a faltar micrófonos, para tantos y tan diversos mensajes como quieres largarle a los pobres españoles que ya sufren con estoicismo las zapateradas estériles y los pleonasmos rajoyanos. No seas tan pródiga con tu verbo, que se pasará pronto de moda.
Que sí, que ya sé que en tu partido todo es uno, el “3 en 1” que lo arregla todo en la política, la panacea universal, el milagro magenta, pero verás, es que eso de los misterios que sólo se pueden alcanzar por medio de la fe, por revelación y que requieren de la gracia que tienen los elegidos, me suena más a religión o secta, que a partido político. Y ya sé que en este país todavía hay muchos creyentes, pero es que nosotros somos un partido laico.
Otra recomendación que te hago es que perfiles un discurso más homogéneo, porque si ayer decías que estabas a favor de la ley de plazos del aborto, hoy dices que estás en contra –se acercan las Elecciones Europeas y eso, ya lo sé-, pero a este paso no sabremos si lo que pretendes es una España unida o una federación de los estados españoles de la península ibérica chin pum o esa entelequia postmoderna del no nacionalismo nacional.
Estoy segura de que no cambiarás en lo del Estado fuerte, pero creo que los que nos pueden votar están más preocupados por conseguir una Nación sólida, y ahí es donde se te escurre el discurso por el fregadero abajo, por qué un Estado fuerte sin una Nación sólida, es como si Fernando Alonso le pone el motor del R 29 a una bicicleta, o si Nadal juega un master con los pies atados a la silla del juez árbitro; se te nota que confías poco en los ciudadanos, cuando antepones el Estado a la sociedad unida, que es la mejor representación de una Nación.
A veces pienso que no tienes muy claro lo que significa el concepto de España, porque lo mismo dices que hay que cambiar la Constitución que lo contrario, un día te despiertas como Agustina de Aragón defendiendo la patria, para acabar acostándote como La Pasionaria defendiendo su disolución, por qué los parias de la tierra no tienen patria, y claro, lo importante es que se entienda lo que dices, pero si hoy te defines como socialista, mañana no puedes decir que lo importante son las personas, no sé si me estoy explicando y me estás entendiendo. ¿O acaso tu discurso es como una esfera perfecta que rueda sin cesar por todos los argumentos posibles?
Con tantos papeles como pretendes representar en esta obra, vas a terminar un día confundiéndote de guión, y en vez de la lengua común, terminarás defendiendo el derecho a la lengua bífida, perdón, el bilingüismo sagrado. Que sí, que voluntad no te falta, Rosa, eso nadie lo discute, pero lo importante no es que se entienda lo que dices, sino que tu entiendas lo que estás diciendo, que no es lo mismo.
Pues hablemos claro, en román paladino, a mí me preocupa más lo que callas que lo que dices, sin ir más lejos, como puedes defender la libertad para este país, si al mismo tiempo evitas cualquier tipo de discrepancia dentro de tu propio partido, que tan orgánicamente ha construido Carlos Martínez Gorriarán con tu aprobación y apoyo.
¿Pero cómo vas a defender la democracia, si en tu propia casa sólo admites una versión, la tuya?. Seamos serios Rosa, que para simpáticos ya tenemos uno en La Moncloa y otro, en el limbo, que le quiere sustituir.
Aquí lo que se trata es de dejar las cosas claras desde el principio, porque estamos de acuerdo en eso de que los derechos son de las personas, pero tienes que aclarar si de cada persona en particular, o de todas juntas a la vez, porque entonces estaríamos hablando de derechos sociales, que no es lo mismo. El individuo y la sociedad no son la misma realidad, y los derechos individuales no se pueden disolver en derechos sociales, porque la libertad se resiente.Y tengo la impresión de que tu defiendes los derechos sociales antes que los individuales, pero no acabas de explicarlo con claridad porque eso te restaría apoyos electorales.
No se puede engañar a la gente diciendo que se defiende España, sin añadir que por tanto la soberanía de los españoles, como no se puede decir que se defiende la democracia sin defender al mismo tiempo la soberanía de los ciudadanos. La palabra soberanía que siempre es una condición individual, lamentablemente está prohibida en el vocabulario de todos los políticos de este país, y también en el tuyo, se os olvida que los soberanos somos nosotros y no vosotros.
Como se puede apoyar al lehendakari por ser socialista y antiguo compañero, y no apoyar a la presidenta del Parlamento Vasco porque es del PP, cuando forman parte de un pacto compartido. Eso ha sido un error significativo en la breve evolución histórica de tu formación política. Imperativo moral para unos, pero no para otros, quiere decir que hay una moral que se comparte y otra no, pero a ver como logras explicarlo si en realidad es la misma. No se puede apoyar un pacto entre dos partidos, apoyando solo a uno de ellos.
Eso no es transversalidad, ni nada que se le parezca, y además es el producto de la incoherencia y la incongruencia de los advenedizos, que hacen sus propuestas a la carta de las ilusiones de los ciudadanos para no cumplirlas jamás. Eso que haces es pura demagogia, Rosa.
Y por último, creo que tampoco comprendes muy bien el significado del término libertad, que de los conceptos importantes de la política, es el que está en mayor peligro en nuestro país. Y aquí me ocuparé de la falacia que entraña el lema de tu campaña electoral: tú eliges.
No es cierto Rosa, eso es falso de toda falsedad, en la democracia española el ciudadano vota, pero no elige, porque los que eligen son los partidos políticos que son los que imponen a los candidatos, y los ciudadanos, lo único que hacen es ratificar a uno determinado. Las posibilidades de elección están restringidas y limitadas, y además no elegir a nadie -que en realidad también es elegir-, no se corresponde con ninguna representación política, porque sólo se cuentan los que han elegido a un candidato determinado. Y verás, eso es como ofrecer un partido del Barsa o del Madrid, a alguien que no le gusta el futbol, y si no ve fútbol, no puede ver otra cosa. ¿Dirías que su decisión ha sido libre?. No Rosa, su decisión ha sido coaccionada hacia unos determinados intereses que no tienen por qué ser los suyos, y a favor de los partidos políticos, no de los ciudadanos.
Supongamos que en este país cien mil ciudadanos acuden a las urnas, y 45 millones no lo hacen, pues por extraño que parezca, se formaría un parlamento, porque los que han decidido –“elegido”- no participar en las elecciones, aunque son 450 veces más numerosos que los que han participado, no tienen ningún derecho a su representación, sólo tienen derecho los que han participado. Y eso, aunque no lo creas, es un acto de violencia política, un auténtico atraco en nombre de la democracia, porque la inmensa mayoría también ha decidido que en esas condiciones no se puede decidir, por qué no se puede elegir más que lo que se ofrece, como si fuera lo único de lo posible, y no lo es.
Por eso Rosa, tu discurso es tan vacío como el de los demás partidos políticos, y no tiene nada de moderno. Verás, cada día está más próximo el derecho de veto de los ciudadanos, no sólo de voto, porque la democracia no puede soportar tanta estupidez. Promover el derecho de veto, con tanto valor como el de voto, dejaría las cosas en su sitio, un candidato determinado recibiría tantos votos (uno por cada ciudadano) y tantos vetos (uno por cada ciudadano). Se contarían los votos, se restarían los vetos y ese sería su auténtico resultado, pero claro, para eso se requiere creer de verdad en la democracia, no temer a la libertad e información veraz, y no las intoxicaciones a que nos someten los medios de comunicación, bien domesticados para que sigan comiendo del pesebre nacional y sacando las notas de prensa que les pasan desde los partidos políticos.
El problema de la democracia en nuestro país y en muchos otros, querida Rosa, es que se parte de un supuesto falso: que todos los políticos son honestos y persiguen con sus acciones exclusivamente el interés general, y eso no es cierto, como en tantas ocasiones hemos podido comprobar, más bien al contrario, la mayoría de los políticos sois unos aprovechados, con muy poca vergüenza, y una gran codicia, a los que los ciudadanos debemos controlar muy de cerca si no queremos que nos estafeis en la primera ocasión que se os presente, y no exclusivamente con el voto cada cuatro años.
Por eso Rosa, porque el futuro está aquí, y aunque la mayoría de la gente pase de la política, y no muestre interés por ella, cada día hay más ciudadanos intercomunicados por la red que saben lo que está ocurriendo en realidad, y no están dispuestos a callarse. Somos una auténtica amenaza para vuestra opacidad intencionada.
Asi que Rosa, creo que esta va a ser la última oportunidad que tendrás en tu vida de ser valiente y en vez de confundirte, haciendo y diciendo lo contrario de los que cometen los errores, para que la gente compre la idea de que no eres como ellos , haz algo más heroico, ponte a la cabeza de los hijos del mañana, los ciudadanos libres, pero hazlo de verdad, sin miedo, para que tu partido sea el primer partido ciudadano de este país y no el último en incorporarse a la carcundia que nos sobrecoge, un partido en que lo que se diga en la calle y en casa sea lo mismo, un partido que defienda la libertad, la igualdad y la justicia, y no el abuso de poder, el sectarismo y la miseria.
Tuya siempre
Eli Jo, la berenjena laica
NOTA: Los que quieran enviarme alguna información que consideren importante para el porvenir de UPyD, pueden hacerlo al correo elisajovellanos@yahoo.es Gracias
Me presentaré, soy Elisa Jovellanos, para todos vosotros, Eli Jo, mi amigo Ubú me ha invitado a participar en su blog, sabe que desde que ando en estas cosas de la política con el partido de Rosa Díez, tengo un lío fenomenal y no me aclaro con lo de si somos transversales o colaterales, porque la verdad Doña Rosa, que usted habla mejor que Cicerón, un colombiano amigo mío, con ese verbo palmario y fresco de quien sabe que lo que se dice es un propósito solamente, que se cumpla o no, es exclusivamente algo que depende de la coyuntura, los hados, y el destino.
Verá usted, a mi me recuerda mucho su discurso al de nuestro querido Presidente José Luis, que habla, habla, habla de lo que va a hacer y todo el mundo se queda embelesado, pero cuando se contempla la realidad se comprueba que vamos de mal en peor, y es que la realidad no le acaba de hacer caso y eso que reparte dinero de todos con la generosidad de un trastornado.
En cuanto a UPyD, yo no soy como todos esos que se quejan de que no hay democracia, ni libertad en su organización, sin saber siquiera, lo difícil que es mandar. Lo de la santísima trinidad del laicismo español -Tú, la madre, Savater, el padre, y Carlos el hijo- a mí me parece bien, porque así podremos formar una nueva iglesia socialista que perdure por los siglos de los siglos.
Merece la pena Rosa, claro que sí, pero a este paso te van a faltar micrófonos, para tantos y tan diversos mensajes como quieres largarle a los pobres españoles que ya sufren con estoicismo las zapateradas estériles y los pleonasmos rajoyanos. No seas tan pródiga con tu verbo, que se pasará pronto de moda.
Que sí, que ya sé que en tu partido todo es uno, el “3 en 1” que lo arregla todo en la política, la panacea universal, el milagro magenta, pero verás, es que eso de los misterios que sólo se pueden alcanzar por medio de la fe, por revelación y que requieren de la gracia que tienen los elegidos, me suena más a religión o secta, que a partido político. Y ya sé que en este país todavía hay muchos creyentes, pero es que nosotros somos un partido laico.
Otra recomendación que te hago es que perfiles un discurso más homogéneo, porque si ayer decías que estabas a favor de la ley de plazos del aborto, hoy dices que estás en contra –se acercan las Elecciones Europeas y eso, ya lo sé-, pero a este paso no sabremos si lo que pretendes es una España unida o una federación de los estados españoles de la península ibérica chin pum o esa entelequia postmoderna del no nacionalismo nacional.
Estoy segura de que no cambiarás en lo del Estado fuerte, pero creo que los que nos pueden votar están más preocupados por conseguir una Nación sólida, y ahí es donde se te escurre el discurso por el fregadero abajo, por qué un Estado fuerte sin una Nación sólida, es como si Fernando Alonso le pone el motor del R 29 a una bicicleta, o si Nadal juega un master con los pies atados a la silla del juez árbitro; se te nota que confías poco en los ciudadanos, cuando antepones el Estado a la sociedad unida, que es la mejor representación de una Nación.
A veces pienso que no tienes muy claro lo que significa el concepto de España, porque lo mismo dices que hay que cambiar la Constitución que lo contrario, un día te despiertas como Agustina de Aragón defendiendo la patria, para acabar acostándote como La Pasionaria defendiendo su disolución, por qué los parias de la tierra no tienen patria, y claro, lo importante es que se entienda lo que dices, pero si hoy te defines como socialista, mañana no puedes decir que lo importante son las personas, no sé si me estoy explicando y me estás entendiendo. ¿O acaso tu discurso es como una esfera perfecta que rueda sin cesar por todos los argumentos posibles?
Con tantos papeles como pretendes representar en esta obra, vas a terminar un día confundiéndote de guión, y en vez de la lengua común, terminarás defendiendo el derecho a la lengua bífida, perdón, el bilingüismo sagrado. Que sí, que voluntad no te falta, Rosa, eso nadie lo discute, pero lo importante no es que se entienda lo que dices, sino que tu entiendas lo que estás diciendo, que no es lo mismo.
Pues hablemos claro, en román paladino, a mí me preocupa más lo que callas que lo que dices, sin ir más lejos, como puedes defender la libertad para este país, si al mismo tiempo evitas cualquier tipo de discrepancia dentro de tu propio partido, que tan orgánicamente ha construido Carlos Martínez Gorriarán con tu aprobación y apoyo.
¿Pero cómo vas a defender la democracia, si en tu propia casa sólo admites una versión, la tuya?. Seamos serios Rosa, que para simpáticos ya tenemos uno en La Moncloa y otro, en el limbo, que le quiere sustituir.
Aquí lo que se trata es de dejar las cosas claras desde el principio, porque estamos de acuerdo en eso de que los derechos son de las personas, pero tienes que aclarar si de cada persona en particular, o de todas juntas a la vez, porque entonces estaríamos hablando de derechos sociales, que no es lo mismo. El individuo y la sociedad no son la misma realidad, y los derechos individuales no se pueden disolver en derechos sociales, porque la libertad se resiente.Y tengo la impresión de que tu defiendes los derechos sociales antes que los individuales, pero no acabas de explicarlo con claridad porque eso te restaría apoyos electorales.
No se puede engañar a la gente diciendo que se defiende España, sin añadir que por tanto la soberanía de los españoles, como no se puede decir que se defiende la democracia sin defender al mismo tiempo la soberanía de los ciudadanos. La palabra soberanía que siempre es una condición individual, lamentablemente está prohibida en el vocabulario de todos los políticos de este país, y también en el tuyo, se os olvida que los soberanos somos nosotros y no vosotros.
Como se puede apoyar al lehendakari por ser socialista y antiguo compañero, y no apoyar a la presidenta del Parlamento Vasco porque es del PP, cuando forman parte de un pacto compartido. Eso ha sido un error significativo en la breve evolución histórica de tu formación política. Imperativo moral para unos, pero no para otros, quiere decir que hay una moral que se comparte y otra no, pero a ver como logras explicarlo si en realidad es la misma. No se puede apoyar un pacto entre dos partidos, apoyando solo a uno de ellos.
Eso no es transversalidad, ni nada que se le parezca, y además es el producto de la incoherencia y la incongruencia de los advenedizos, que hacen sus propuestas a la carta de las ilusiones de los ciudadanos para no cumplirlas jamás. Eso que haces es pura demagogia, Rosa.
Y por último, creo que tampoco comprendes muy bien el significado del término libertad, que de los conceptos importantes de la política, es el que está en mayor peligro en nuestro país. Y aquí me ocuparé de la falacia que entraña el lema de tu campaña electoral: tú eliges.
No es cierto Rosa, eso es falso de toda falsedad, en la democracia española el ciudadano vota, pero no elige, porque los que eligen son los partidos políticos que son los que imponen a los candidatos, y los ciudadanos, lo único que hacen es ratificar a uno determinado. Las posibilidades de elección están restringidas y limitadas, y además no elegir a nadie -que en realidad también es elegir-, no se corresponde con ninguna representación política, porque sólo se cuentan los que han elegido a un candidato determinado. Y verás, eso es como ofrecer un partido del Barsa o del Madrid, a alguien que no le gusta el futbol, y si no ve fútbol, no puede ver otra cosa. ¿Dirías que su decisión ha sido libre?. No Rosa, su decisión ha sido coaccionada hacia unos determinados intereses que no tienen por qué ser los suyos, y a favor de los partidos políticos, no de los ciudadanos.
Supongamos que en este país cien mil ciudadanos acuden a las urnas, y 45 millones no lo hacen, pues por extraño que parezca, se formaría un parlamento, porque los que han decidido –“elegido”- no participar en las elecciones, aunque son 450 veces más numerosos que los que han participado, no tienen ningún derecho a su representación, sólo tienen derecho los que han participado. Y eso, aunque no lo creas, es un acto de violencia política, un auténtico atraco en nombre de la democracia, porque la inmensa mayoría también ha decidido que en esas condiciones no se puede decidir, por qué no se puede elegir más que lo que se ofrece, como si fuera lo único de lo posible, y no lo es.
Por eso Rosa, tu discurso es tan vacío como el de los demás partidos políticos, y no tiene nada de moderno. Verás, cada día está más próximo el derecho de veto de los ciudadanos, no sólo de voto, porque la democracia no puede soportar tanta estupidez. Promover el derecho de veto, con tanto valor como el de voto, dejaría las cosas en su sitio, un candidato determinado recibiría tantos votos (uno por cada ciudadano) y tantos vetos (uno por cada ciudadano). Se contarían los votos, se restarían los vetos y ese sería su auténtico resultado, pero claro, para eso se requiere creer de verdad en la democracia, no temer a la libertad e información veraz, y no las intoxicaciones a que nos someten los medios de comunicación, bien domesticados para que sigan comiendo del pesebre nacional y sacando las notas de prensa que les pasan desde los partidos políticos.
El problema de la democracia en nuestro país y en muchos otros, querida Rosa, es que se parte de un supuesto falso: que todos los políticos son honestos y persiguen con sus acciones exclusivamente el interés general, y eso no es cierto, como en tantas ocasiones hemos podido comprobar, más bien al contrario, la mayoría de los políticos sois unos aprovechados, con muy poca vergüenza, y una gran codicia, a los que los ciudadanos debemos controlar muy de cerca si no queremos que nos estafeis en la primera ocasión que se os presente, y no exclusivamente con el voto cada cuatro años.
Por eso Rosa, porque el futuro está aquí, y aunque la mayoría de la gente pase de la política, y no muestre interés por ella, cada día hay más ciudadanos intercomunicados por la red que saben lo que está ocurriendo en realidad, y no están dispuestos a callarse. Somos una auténtica amenaza para vuestra opacidad intencionada.
Asi que Rosa, creo que esta va a ser la última oportunidad que tendrás en tu vida de ser valiente y en vez de confundirte, haciendo y diciendo lo contrario de los que cometen los errores, para que la gente compre la idea de que no eres como ellos , haz algo más heroico, ponte a la cabeza de los hijos del mañana, los ciudadanos libres, pero hazlo de verdad, sin miedo, para que tu partido sea el primer partido ciudadano de este país y no el último en incorporarse a la carcundia que nos sobrecoge, un partido en que lo que se diga en la calle y en casa sea lo mismo, un partido que defienda la libertad, la igualdad y la justicia, y no el abuso de poder, el sectarismo y la miseria.
Tuya siempre
Eli Jo, la berenjena laica
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