lunes, 13 de julio de 2009

La crisis de crecimiento de UPyD


Tiene razón Rosa Díez al definir lo que está ocurriendo en UPyD como una crisis de crecimiento, es muy posible que el partido magenta no vuelva a crecer más, se ha quedado atrofiado, deforme y enano, el motivo de la hipogénesis tiene su origen en una mezcla de las barbaridades cometidas por los dirigentes designados, las denuncias por parte de los disidentes y la fatiga de los decepcionados ante este conflicto irresoluble. La actitud despótica de la divina progresista, junto a la negación de la crisis por parte de la cúpula, añadiendo las conductas de bomberos voluntarios de Boadella y Savater, han contribuido a incrementar la patología de desarrollo de UPyD. Los dirigentes del partido magenta ni han sabido evitar la crisis, ni tampoco resolverla, mostrando su tremenda incapacidad política. Esto es un hecho.

No se ha podido hacer más, a pesar de que en sus filas contaba con recursos humanos suficientes para que hubiera sido otra cosa distinta a lo que es, y estando a punto de recoger los numerosos recursos humanos existentes en este país, no adheridos al maniqueísmo del PP-PSOE, el proyecto se ha malogrado, convirtiéndose en un engendro. No ha podido ser, los partidos políticos también tienen su proceso de evolución propia, si no resuelven determinados problemas de crecimiento en su seno, están condenados a la extinción irreversible. Antes le había ocurrido a otros partidos emergentes, la erosión mediática terminará la faena.

Sin embargo se han conseguido algunas cosas, quizás la más importante es que ahora los ciudadanos sopesarán las palabras de Rosa Díez antes de creérselas a pies juntillas y emitir aplausos y votos a su favor; la Divina Progresista, que es todo un carácter, como es incapaz de admitir que la responsabilidad del enanismo del engendro es cosa suya, se liará a buscar culpables entre los que la rodean, se preguntará si Gatokán realmente no es tan inteligente como se supone, si quizás no se han equivocado al haber sido tan caciques en su trato a los disidentes, quizás, si hubieran sido más amables y diplomáticos, menos soberbios y despóticos, con la gente de Mikel Buesa y Gerardo Hernández Les, ahora las cosas serían diferentes y el partido no tendría tantos problemas. Iba todo tan bien, y se ha estropeado el panorama sin remedi, en menos de un mes.

Ahora los dirigentes saben, no pueden no saberlo, que los periodistas, aviesos de noticias malas, estarán al loro y no dejarán siquiera que pase una oportunidad para seguir demoliendo el partido, porque en realidad es cómodo, no tiene consecuencias. Así se lavan la honrilla de no ir contra los que les dan subvenciones y publicidad oficial, pero demuestran de esta forma a sus lectores que ellos son unos auténticos héroes de la verdad política. UPyD se va a convertir en el pim pam pum de la prensa española, que se vaya olvidando de los apoyos mediáticos de los líderes de opinión, porque los ha perdido para siempre, UPyD será el partido apestado, la representación palmaria de lo que son los partidos políticos en este país, una cochambre sin democracia, sin libertad, sin justicia, que pretenden ofrecer sus soluciones, cuando no son capaces de resolver siquiera los problemas en su propia casa.

Al final, los disidentes saben que no tienen ninguna posibilidad de triunfar en esta batalla, pero si tienen la capacidad de hacer que su rival se desmorone ante la opinión pública, al menos conseguirán que el engaño cese. Ciertamente, su reacción es lógica, ¿qué esperaban los dictadores, que les regalaran el partido?, ¿pero si son demócratas, como iban a hacer eso?. Los oficialistas se quedarán con el partido, porque eso parece que no se puede evitar, pero tan lleno de porquería que se van a tener que dedicar el resto de sus vidas a desatascar las cloacas y alcantarillas, a ver si con suerte sanean la fosa séptica. Cruel destino para quienes habían vuelto a creer que la fortuna les había sonreído. Realmente no han entendido nada, no se han dado cuenta de que si ellos triunfaban con sus arbitrariedades, los críticos tendrían que soportar la etiqueta de imbéciles para toda su existencia, y tanta generosidad no se le puede exigir a nadie.

¿Para qué ha servido toda esta pantomima?

Quizás para constatar, una vez más, que en la política española no es posible fundar una formación política en la que las cosas sean normales, o mejor dicho, que se corresponda en su contenido con lo que se anuncia en la propaganda de enganche; o para demostrar, una vez más, que las intenciones de los dirigentes siguen siendo las de aprovecharse y alimentarse de las ilusiones y esperanzas de sus seguidores, a los que en la intimidad de sus reuniones de notables posiblemente desprecien; o quizás, y esta opción me parece más perversa, aunque no puedo dejar de pensar en ella, para desanimar a los ciudadanos y que pierdan toda esperanza de que las cosas en la política puedan cambiar, con lo que se demuestra que la UPyD ha funcionado como inquebrantable frontera del escenario que separa lo social de lo político.

En el partido magenta, que comenzó siendo un intento de nuevo paradigma político fundamentado en la confianza, si bien esta ha funcionado durante un tiempo –excesivo, hay que reconocerlo- desde los militantes hacia los dirigentes, nunca lo ha hecho desde los dirigentes hacia los militantes, lo que se puede comprobar con el 75 % de abandonos del consejo político fundador, las destituciones de coordinadores con pensamiento propio y el mantenimiento de los que no piensan más que lo que les manden los dirigentes, los expedientes y expulsiones ilegales, la asfixia de cualquier iniciativa democrática, el amordazamiento de cualquier expresión propia y de comunicación fluida entre los militantes, y ese clima tóxico de autoritarismo, opresión, injusticia y privilegios que se ha acabado respirando en el partido. El partido de Rosa Díez, es sólo de Rosa Díez, de los que no contradicen a Rosa Díez y sus leales capos. Magnífico retrato final de un esperpento político.

Y ahora el futuro

En fin, otra oportunidad perdida para los demócratas, porque el precio que exige la pertenencia a la formación magenta es la renuncia a la democracia, la libertad, la pluralidad y la justicia, demasiado elevado para todos los que no se conformen exclusivamente con ser concejales, y con eso esperan ver colmadas sus aspiraciones en política, al precio que sea; para todos los creyentes, que sigan pensando que la política sigue siendo una opción de porvenir y solución a los problemas sociales, independientemente de quien ocupe las concejalías. Pero hay que reconocer que los que han tirado de la manta, han sido generosos con todos los demás, quizás deberían haberlo hecho antes, pero si lo hubieran hecho, el partido no hubiera alcanzado los resultados electorales que ha conseguido, y algo que no tiene realidad pública poco importa que sea democrático o dedocrático. A los dirigentes designados, se les podía dejar hacer hasta que el partido alcanzara el grado de realidad suficiente en que hubiera decidir si se pasaba a la siguiente fase o se abortaba el despegue.

Realmente los cambios en los partidos políticos ocurren por acumulación de despropósitos de los dirigentes, el grado de resistencia de los disidentes depende de muchos factores, habitualmente personales, pero también de comunicación fluida, de establecimiento de acuerdos posibles, de análisis compartidos, y de una dosis de escepticismo suficiente, tras haber creído en algo con todas sus fuerzas y haber dejado de creer. Eso lleva su tiempo de experiencias propias.

Definitivamente se abre un porvenir poco halagüeño para el Partido de Rosa Díez, ahora todo el mundo sabe que nunca será otra cosa que el Partido de Rosa Díez. La decadencia de resultados será directamente proporcional al paso del tiempo, a partir de ahora, el partido se nutrirá de arribistas que terminarán destrozándose entre ellos por crisis intestinas. A algunas se nos ha convertido el magnífico sueño en desquiciada pesadilla, ¿verdad, Rosa Díez?, espero que no te redimas atiborrándote a berenjenas, eso no estaría bien, se notaría demasiado y tu eres muy discreta. Así que como dice El Mundo en su crónica del domingo te paseas por ahí con una carpeta que dice "Yo Elijo", pues perdona bonita, pero Eli Jo, sólo hay una y soy yo. Bye.

1 comentario:

  1. Leí el artículo de "El Mundo" y me fijé bien en ese detalle de la carpeta que el periodista señalaba.

    Pero como yo no soy Eli-Jo se me pasó desapercibida esta ofensa. Me ha divertido mucho el comentario.

    ResponderEliminar

Los comentarios de este blog han dejado de estar restringidos. Este blog no se hace responsable de lo que manifiesten sus comentaristas. Se recuerda que la IP de los autores de los comentarios queda memorizada.

Di lo que quieras, pero con buenas maneras.