domingo, 28 de junio de 2009

Martínez Gatokán desesperado



Sí, ciertamente algo está cambiando en la política española, como era de esperar; por esa ley no escrita de que la putrefacción termina oliendo primero en lo más fresco, ocurrirá el cambio en las formaciones políticas más recientes, y se propagará, con el tiempo, por las más consolidadas e históricas.

La democracia sin interrupción es lo que viene. Se va a poner de moda. Los ciudadanos han evolucionado y madurado, y no están dispuestos a admitir a los caciques por la gracia de Dos. ¡Como qué no, vamos!. Y como la democracia está tan ciega como la justicia en nuestro país, pues alguien debe hacer de lazarillo de las invidentes.

La libertad, por supuesto, es la guía del asunto. Porque por donde la libertad no pueda pasar, tampoco lo podrán hacer la democracia y la justicia. Se ha comprobado en Ciutadans, con ese cacique de plexiglas que ha sido Albert Rivera, se está constatando en UPyD, con la
Divina Progresista, la dicharachera magenta y Martínez Gatokán, ese felón altivo y voraz.

La cosa se va tornando, que sí, incrédulos. Porque ahora hay que decidirse de una vez entre dos alternativas: si lo que nos une es el nosotros, o la veneración a los ídolos de esparto. Somos un partido laico, que pretende regenerar la democracia, rompiendo las cadenas de la jerarquía tardofranquista impuesta, extravagantemente estalinista, vulgarmente fascista.

La palabra de Dios, se va a quedar en palabra de dos, porque dos militantes que se pongan de acuerdo, sin estarlo de antemano en que las cosas no pueden seguir así, son el mayor obstáculo para que los caciques altivos y advenedizos, que han engañado a todos con sus palabras de esperanza, con su providencia maldita, comiencen a sentir el terremoto de la libertad bajo su silla.

Palabra de Dos, uno y uno, libremente, estableciendo un criterio de que no se puede continuar así, si no se quiere seguir siendo
“un partido de chiste” (Álvaro Pombo) es lo que queda, así que hablad, hablad, no dejéis de hablar ni un instante de aquí al próximo congreso. Los gerifaltes han prohibido la palabra, el intercambio de ideas, los foros, los chats, todo lo que pueda permitir la comunicación, pero no se han dado cuenta de que NO PUEDEN HACERLO.

Así que, queridos amigos de la bandera magenta, que cese el silencio para brindar paso a la libertad, la democracia y la justicia. Por cada palabra que se cruce entre dos militantes, los detentadores sienten una nueva grieta en su estructura fósil de poder. Que fluya la vida en libertad, no permitamos que nadie detenga el futuro.
Gatokán vive sus últimas horas de tranquilidad, el día después está más próximo.

1 comentario:

  1. Es como dices: el silencio ha sido el mejor aliado de los que pretenden que el fin "también" justifique los medios en UPyD. Muchas variedades de Silencio: "silencio debido", "silencio clientelar","silencio prudente", "silencio higiénico","silencio para olvidar", "silencio despechado". Todos con un resultado común: SILENCIO CÓMPLICE, pues el que calla otorga; y muchos no han hablado y bastantes han tardado en hacerlo y/o no han utilizado el "volumen" adecuado.
    Si eso cambia y todos buscamos una forma de "hablar alto y claro", todavía queda una posibilidad de que UPyD no se convierta en un "timo político"

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